Estudio en el barrio de Batignolles (Homenaje a Manet), por Henri Fantin-Latour, (1870). Óleo sobre lienzo, 204 x 270 cm., Museo de Orsay (París, FR).
Si tuviésemos que destacar alguna de las disciplinas artísticas que fueron aplicadas al movimiento impresionista, esa fue sin duda la pintura. Este estilo fundamentalmente pictórico y revolucionario se desarrolló a partir de la segunda mitad del siglo XIX, concretamente entre los años 1874-1886, sobre todo en Europa y principalmente en Francia. No obstante, algunos pintores americanos, —entre los que se encuentra Mary Cassatt—, que conocen el impresionismo francés al viajar a París, contagiados, y a la vez entusiasmados con el nuevo movimiento moderno, al regresar a Estados Unidos, siguen, desde la distancia, los pasos de los precursores del grupo. Si los artistas antiguos pintaban formas con identidad, tratando principalmente temas históricos, bíblicos y mitológicos, en el contexto de la naturaleza, los pintores impresionistas se limitarán a captar el momento de luz, (la "impresión" visual), restándole importancia a las formas y los detalles. El impresionismo pretendía plasmar tan sólo un instante, la fugacidad del momento, los efectos atmosféricos de un instante concreto; por ello, y con el fin de captar el momento de luz, los impresionistas abandonaron el estudio para salir a pintar directamente la naturaleza, realizando inclusive distintas series del mismo motivo a diferentes horas del día.
En la pintura impresionista, la pincelada era rápida y espontánea, sin preocuparse por un acabado excesivamente elaborado, y donde la luz cobra más importancia que el motivo o el fondo de la composición. « Los tubos de colores al óleo, fácilmente transportables, nos permitieron pintar del natural. Sin tubos... no hubiese habido Impresionismo. », Auguste Renoir
arriba, Impresión, sol naciente, por Claude Monet (1872). Museo Marmottan de París. Óleo sobre lienzo, 47 x 64 cm., cuadro origen del "Impresionismo".
« Siempre he sentido horror por las teorías. Yo no he tenido otro mérito que pintar directamente frente a la naturaleza, procurando plasmar mis impresiones ante los efectos más fugaces, y estoy aterrado de haber sido la causa del nombre dado a un grupo que, en su mayor parte, no tenía nada de impresionista », Claude Monet
« El paisaje no es otra cosa que una impresión, una impresión instantánea, de ahí el título, una impresión que me dio. He reproducido una impresión en Le Havre, desde mi ventana, sol en la niebla y unas pocas siluetas de botes destacándose en el fondo... Me piden el título para el catálogo; la verdad es que aquello no podía pasar por una vista de El Havre. Contesté: ¡Pon Impresión! De ahí se pasó a Impresionismo y se extendieron las bromas. », Claude Monet
Debido al continuo rechazo sufrido por las instituciones académicas en el salón oficial de París, estos artistas realistas formados en torno a la figura intelectual de Manet deciden crear un grupo independiente llamado "Sociedad Anónima Cooperativa de artistas, pintores, escultores y grabadores", y organizan una exposición paralela a la oficial en la Casa-taller del fotógrafo Nadar, localizada en el número 35 del Boulevar des Capucines de la capital francesa. Los máximos representantes del nuevo estilo pictórico serán Monet, Renoir, Pissarro, Sisley, Cézanne, Degas y Morisot. La historia quiso que tan sólo diez días después de su apertura al público, el 25 de abril de 1874, el crítico de arte Louis Leroy sacara publicado un severo artículo en la revista satírica "Le Charivari" que tuvo bastante repercusión mediática y que tituló: « Exposición de los Impresionistas ». El artículo fue durísimo para los artistas y las obras presentadas, y a pesar de las críticas vertidas hacia el nuevo movimiento, a partir de ese momento el término "Impresionismo" fue adoptado por este grupo de jóvenes artistas, quienes pasaron a llamarse "los impresionistas".
« Desde hacía ya cierto tiempo, mis amigos y yo mismo, éramos sistemáticamente rechazados por el jurado oficial. ¿Qué hacer? Pintar no lo es todo, nos era necesario vender. Había que vivir. Debíamos exponer, pero ¿dónde?... Nadar, el gran Nadar, bueno como el pan, nos prestó el local. », Claude Monet
arriba, izquierda, imagen del local cedido por el fotógrafo Nadar donde se celebró la Primera Exposición Impresionista que abrió sus puertas al público el 15 de abril de 1874; a la derecha, Portada del Catálogo de la primera exposición impresionista. La afluencia de público fue bastante notable, en parte como rechazo "al nuevo arte". Alrededor de 165 obras de 29 artistas fueron presentadas al público en la primera exposición.
« ¿Impresión?.., ya lo decía yo. ¿Qué representa esta tela? Veamos el catálogo. Impresión, sol naciente. Impresión, estoy seguro; puesto que me siento impresionado, debe haber cierta impresión ahí dentro… ¡Y cuánta libertad, cuánta soltura en la realización! El papel de la pared en estado embrionario está mejor pintado que esa pintura », Louis Leroy
La exposición permitía a los artistas darse a conocer y captar nuevos clientes, un buen modo de poder ir vendiendo sus obras. Los impresionistas recibieron el total apoyo de varios críticos de arte como Emile Zola o Charles Baudelaire y aparece la figura del "Marchante", intermediario o agente comercial que mediaba entre artistas y clientes como Ambroise Vollard o Paul Durand-Ruel, entre otros, y se amplían las relaciones. El impresionismo rompía con las leyes del academicismo, suprimiendo la perspectiva tradicional, la anatomía clásica y el claroscuro; se suprime el pigmento de color negro y surgen las sombras en tonos azules; « Antes del impresionismo no había sombras azules », Oscar Wilde. Los autores de este movimiento rechazaron los colores oscuros para buscar la claridad, la transparencia y la luminosidad. No obstante, la influencia de la fotografía, en la que surgen nuevos puntos de vista como los picados y contra-picados, —especialmente en la obra de Edgar Degas—, además de la estampa japonesa tan de moda en aquella época, en donde se reflejaban escenas de la vida cotidiana, influyó también notablemente en este grupo de jóvenes artistas.
Desayuno en la hierba, por Édouard Manet (1863). Museo de Orsay, Óleo sobre lienzo, 214 x 269'9 cm.; aunque Manet fue invitado a participar por el grupo en las ocho exposiciones impresionistas que se organizaron entre 1874 y 1886, éste siempre rechazó la oferta con la idea de poder triunfar algún día en el salón oficial.
De los maestros impresionistas, salvo Renoir y Degas, que eligieron pintar temas de retratos y desnudos femeninos, en el primer caso, y escenas de interiores, —especialmente de bailarinas—, en el segundo, la gran mayoría de los pintores impresionistas se decantaron por pintar temas relacionados directamente con la naturaleza. « Esta es la esencia del Impresionismo: en vez de imitar a Praxíteles y Rafael, los nuevos pintores se inspiran en la naturaleza », Félicien Champsaur. Por el hecho de elegir temas paisajísticos en entornos naturales a "Plein air" (al aire libre), los verdaderos artífices de la pintura impresionista serán Claude Monet, Camille Pissarro y Alfred Sisley. La pincelada suelta y libre, empleando colores puros y luminosos, fueron sin duda características importantes de este estilo. La auténtica revolución que se produjo con este nuevo movimiento moderno desencadenó el origen de los ismos y las vanguardias pictóricas del siglo XX, —de ahí su importancia en la historia del arte—, ya que se produjo un acontecimiento histórico tan importante y equiparable al ocurrido en el Renacimiento Italiano, sentando las bases del arte contemporáneo que todos conocemos a día de hoy:
-Impresionismo: (Neo-impresionismo, puntillismo o divisionismo, postimpresionismo)
-Simbolismo
-Modernismo
Las vanguardias históricas: (Arte del siglo XX)
-Fauvismo
-Expresionismo
-Cubismo
-Futurismo
-Pintura naíf
-Pintura metafísica
-Dadaísmo
-Surrealismo
-Arte abstracto (Rayonismo, Suprematismo, Neoplasticismo o "De Stijl", Expresionismo abstracto, Informalismo, Pop-art, Arte Cinético)
El jurado de pintura, (1885), por Henri Gervex. Óleo sobre lienzo, Museo de Orsay. El cuadro representa al jurado de pintura del Salón de París examinando las obras presentadas.
Es muy importante señalar que el único canal de exposición con que contaban los pintores en la Francia del siglo XIX era el Salón de París. Éste, que estaba vinculado a la Escuela de Bellas Artes y que se celebraba una vez al año, contaba con un prestigioso jurado que seleccionaba las obras enviadas. El escándalo de 1863, con la presentación del Desayuno en la hierba de Manet, y debido al gran número de obras presentadas, nada menos que 2800, —de las cuales muchas de ellas tuvieron que ser rechazadas—, motivó la creación del Salon des Refusés (El Salón de los Rechazados) por orden del emperador Napoleón III. Los pintores, escritores y artistas que se reunían la noche de los jueves en el Café Guerbois en torno a Manet decidieron crear un foro de exposición diferente a los oficiales en el que pudiesen mostrar sus obras todos los artistas independientes. Como total rechazo al academicismo y al Salón oficial, así surge la I Exposición de la Sociedad Anónima de artistas, pintores, escultores y grabadores, que tuvo lugar entre el 15 de abril y el 15 de mayo de 1874 en las salas que el fotógrafo Nadar les prestó.
La Tertulia del Café Guerbois, 1869, por Edouard Manet. « Nada pudo haber sido más estimulante que los debates regulares que acostumbrábamos a tener allí, con sus constantes divergencias de opinión. Mantenían aguzado nuestro ingenio, y nos proporcionaban una reserva de entusiasmo que nos duraba semanas y nos sostenía hasta que se concretaba en la realización de una idea. De esas discusiones emergíamos con una decisión fortalecida y con nuestros pensamientos más claros y mejor definidos », Edouard Manet
El Impresionismo nace, en contraposición al academicismo, como una evolución a ultranza del Realismo y de la Escuela paisajística francesa de finales del siglo XIX. Los pintores impresionistas franceses estuvieron fuertemente influenciados por grandes cambios sociales y filosóficos que se produjeron en la época. Por un lado, debido al florecimiento de la burguesía, y por otro, por la llegada del positivismo. Además, se produce una profunda renovación urbanística en la ciudad de París hacia la segunda mitad del siglo XIX, ya que se ordenan derribar barrios enteros que son sustituidos por nuevos edificios que flanquean cerca de 50 kilómetros de amplias avenidas arboladas que originan los famosos boulevares. Se calcula que entre 1853 y 1870 se construyeron cerca de cuarenta mil edificios nuevos en sustitución de antiguos e insalubres barrios. Todo ello hace que se produzcan grandes cambios demográficos y París duplica la población durante la primera mitad del siglo XIX; no obstante, durante el total del s.XIX la ciudad llegó a cuadruplicar su población.
Le Moulin de la Galette, 1876, Pierre Auguste Renoir, Impresionismo, Óleo sobre lienzo, 131 x 175 cm., Museo de Orsay (París, Francia).
"Los efectos de los nuevos inventos que inundaron Europa durante el siglo XIX con la Revolución Industrial eran plenamente patentes dondequiera que se mirase en una ciudad moderna como París. La iluminación de las calles y las lámparas de gas para interior tuvieron grandes repercusiones sobre la vida social, al posibilitar la vida nocturna de la burguesía, que podía asistir a espectáculos nocturnos de ópera y ballet. La máquina de vapor revolucionó el mundo del transporte y del comercio, acercando a la emergente clase media nuevos y exóticos productos. Por todas partes se podían ver nuevas aplicaciones de la tecnología facilitando la vida cotidiana, como puentes o ferrocarriles que permitían a los habitantes de las ciudades acercarse a las zonas rurales los fines de semana. Los impresionistas fueron testigos de todos estos cambios, y plasmaban en sus cuadros escenas cotidianas de su repercusión sobre las costumbres de la gente".
Boulevard Montmartre, efecto nocturno, 1897, Camille Pissarro, Impresionismo, Óleo sobre lienzo, 53´3 x 64´8 cm., Nacional Gallery de Londres (UK)
El concierto del café (La canción del perro), 1876-77, Edgar Degas, Impresionismo, Pastel, 57´5 x 45´4 cm., Metropolitan Museum of Art, (New York, USA)
"La burguesía, como nuevo fenómeno social, trae sus propios usos y costumbres; unos afectan al campo, que deja de ser lugar de trabajo para convertirse en lugar de ocio: las excursiones campestres. Es el mundo retratado por Monet y Renoir. La ciudad, por el contrario, se convierte en nuevo espacio para la nueva clase social: aparecen los flanneurs, paseantes ociosos que se lucen y asisten a conciertos en los boulevards y los jardines de París. También cobra relevancia la noche y sus habitantes, los locales nocturnos, el paseo, las cantantes de cabaret, el ballet, los cafés y sus tertulias. Es un mundo fascinante, del cual los impresionistas extraen sus temas: en especial Degas o Toulouse-Lautrec. Porque para ellos se han terminado los temas grandiosos del pasado".
Botes sobre el Yerres, 1877, Gustave Caillbotte, Impresionismo, Óleo sobre lienzo, 116.2 x 88.9 cm., Colección de Mr. y Mrs. Paul Mellon. Galería Nacional de Arte, (Washington, DC)
Para conocer los antecedentes de la pintura impresionista tendríamos que remontarnos a los maestros paisajístas ingleses del Romanticismo William Turner y John Constable, Corot y la Escuela de Barbizón, Boudin y Jongkind, además de la figura clave en la concepción final del grupo, el pintor realista y pre-impresionista, Edouard Manet. « Boudin es, junto con Corot y Jongkind, uno de los inmediatos precursores del Impresionismo. Nos enseña que el blanco impenetrable no existe, y que el aire es transparente. », Gustave Geffroy, crítico de arte.
La Temeraire camino del desguace, 1839, William Turner, Romanticismo, Óleo sobre lienzo, 122 x 91 cm., National Gallery de Londres (UK)
Los pintores impresionistas conocían muy bien la rueda del color, en la que se representan las relaciones entre los distintos colores. Con el fin de conseguir el efecto atmosférico de un instante concreto y por tanto mayor luminosidad en sus lienzos, los impresionistas tomaron también buena nota de la obra de Delacroix, ya que este artista del romanticismo había hecho un uso sorprendente de los contrastes entre los colores complementarios, inclusive renunciando a los colores terrosos. Para ello, de él aprendieron no sólo que mezclando los pigmentos de colores con el blanco se obtenía mayor luminosidad, sino que además, yuxtaponiendo colores entre sí se podían conseguir tonalidades más oscuras que podían se empleadas para las sombras, renunciando así al uso del color negro. « Impresionismo, ¿qué significa? Es la mezcla óptica de los colores ... que se desglosan en el lienzo y se vuelven a montar por el ojo. », Paul Cézanne
arriba, círculo cromático o rueda de color y gráfico de los colores complementarios. Como curiosidad, un efecto óptico sorprendente y que utilizaron los pintores impresionistas radica en que si se ponen juntos dos colores complementarios en el lienzo, uno al lado del otro, —y con el fin de conseguir una mayor luminosidad en la composición—, ambos parecen más brillantes.
Corot (Autorretrato), « Nunca perder la primera impresión que nos ha conmovido », Camille Corot
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