Tumba de Miguel Ángel Buonarroti en Santa Croce



Tumba de Michelangelo




¿Sabías qué...? Después de su muerte, —el 18 de febrero de 1564—, en un principio Miguel Ángel Buonarroti fue enterrado en la Basílica romana de los Santos Apóstoles (Santi Apostoli). Sin embargo, tres semanas después, ya en el mes de marzo, su sobrino Leonardo, aunque con permiso del papa, por orden del duque Cosme de Médicis trasladó en secreto sus restos mortales hasta la Basílica de la Santa Cruz (Santa Croce) de Florencia, tal y como era deseo del artista. No obstante, solemnes funerales fueron celebrados en la Iglesia en su memoria, siendo honrado por numerosos florentinos. El genio dejaba un importantísimo legado artístico, fundamentalmente en las ciudades de Roma y Florencia, pasando a convertirse en el "artista total" más importante de todos los tiempos.






El sepulcro de Miguel Ángel Buonarroti fue proyectado por su amigo, arquitecto y biógrafo Giorgio Vasari, quien además se encargó de La Piedad (pintada al fresco) que situó sobre el busto del artista. La ejecución de la obra fue encargada a Giovanni Battista Lorenzi, gran escultor florentino, quien además de esculpir el busto de Miguel Ángel, —realizado a partir de su máscara funeraria—, se encargó también de la escultura de la izquierda, que simboliza la pintura. La estatua central, que representa a la escultura, fue realizada por Valerio Cioli, y la de la derecha, que simboliza la arquitectura, fue esculpida por Giovanni dell'Opera. El conjunto del monumento se compone de dos triángulos equiláteros dispuestos sobre una fachada clásica de orden romano decorada con bellísimos frescos llenos de ángeles que velan por el alma del artista, y que recuerdan enormemente a los frescos de la Capilla Sixtina pintada por Michelangelo.






Las tres estatuas alegóricas que se sitúan bajo el busto de Miguel Ángel representan por tanto a las tres Bellas Artes por excelencia, como son la Pintura, la Escultura y la Arquitectura. El propio sepulcro en sí mismo ya representa a las tres bellas artes: los frescos a la pintura, las estatuas a la escultura, y la fachada que sirve de fondo a la arquitectura. Estas tres bellas artes hacen clara alusión al carácter multidisciplinar del gran maestro del Renacimiento Italiano (escultor, pintor, arquitecto, etc.), autor de La Piedad o El David (escultura), los Frescos de la Capilla Sixtina (pintura) o la Cúpula de San Pedro del Vaticano (arquitectura). Es también muy importante señalar que las cuatro estatuas, —el busto de Miguel Ángel y las tres alegorías—, fueron esculpidas a tamaño natural.



arriba, imagen de la Basílica de Santa Croce de Florencia de estilo Renacimiento, Gótico y Neoclásico, obra, entre otros, del propio Vasari, donde descansan los restos mortales del gran artista del Renacimiento Italiano Miguel Ángel Buonarroti.


Mapa de Localización (Basílica de Santa Croce, Florencia, ITA)

Datos de interés:
Autores de la Tumba de Miguel Ángel Buonarroti:
Proyecto y Piedad (pintada al fresco): Giorgio Vasari
Ejecución de la obra, Escultura izq. (Pintura) y
busto de Miguel Ángel: Giovanni Battista Lorenzi
Estatua del centro (Escultura): Valerio Cioli
Escultura dcha. (Arquitectura): Giovanni dell'Opera
Fecha de creación: 1564-70
Características: Monumento funerario (Sepulcro-Tumba)
Estilo: Renacimiento Italiano (Cinquecento)
Materiales del sepulcro: Mármol y Pinturas al Fresco
Localización: 1ª Capilla de la nave lateral derecha
de la Iglesia de Santa Croce (Florencia, ITA)



arriba, zona central del bellísimo monumento homenaje a Miguel Ángel con las figuras principales. En su primera concepción del proyecto, Vasari contempló la posibilidad de incluir algunas esculturas del propio Michelangelo, sin embargo, debido a cambios posteriores de diseño, finalmente la idea fue descartada; abajo, precioso detalle de la alegoría central que simboliza la escultura, —obra de Valerio Cioli—, que consigue reflejar el dolor y la tristeza por la ausencia del genio artista.



Extracto del libro: "Vida de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue hasta nuestros tiempos", por Giorgio Vasari- 2ª Edición (1568)

« Un año antes de la muerte de Miguel Ángel, Vasari indujo secretamente al duque Cosme a lograr, por intermedio de Messer Averardo Serristori, su embajador, que el Papa hiciera vigilar a los que cuidaban del artista y trabajaban en su casa, pues Miguel Ángel estaba muy viejo y si le ocurría algún accidente, como suelen sufrirlos de pronto los ancianos, era preciso tomar disposiciones acerca de sus cosas, dibujos, modelos, cartones, dinero y demás bienes, que en caso de muerte debían ser inventariados y puestos en lugar seguro, para entregarlos oportunamente sea a la Fábrica de San Pedro, si le correspondían, o a la sacristía y biblioteca de San Lorenzo, en vez de desaparecer, como a menudo sucede. Fue útil esta gestión, pues todo eso se cumplió finalmente.






Deseaba Lionardo, sobrino de Miguel Ángel, ir a Roma para la Cuaresma siguiente, pues se adivinaba que el artista llegaba al fin de su vida. Y éste se alegraba de la prometida visita cuando enfermó de una fiebre lenta y en el acto hizo que Daniello le escribiera a su sobrino para llamarlo a su lado. Pero se agravó su mal y en presencia de Messer Federigo Donati, su médico, y otros amigos queridos que lo rodeaban, hizo con pleno conocimiento su testamento en tres frases: dejaba su alma en las manos de Dios, su cuerpo a la tierra y sus bienes a los deudos más próximos, pidiendo a los suyos que, al pasar de esta vida, le recordasen el padecimiento de Jesucristo. Y así, el 17 de febrero del año 1563, a las 23 horas, al uso florentino (que al romano sería 1564), expiró, pasando a mejor vida. Diose sepultura a Miguel Ángel con reverentes exequias y con participación de todos los artistas, sus amigos y la nación florentina. Sus restos fueron depositados en Santo Apóstolo en presencia de toda Roma, y Su Santidad expresó el propósito de hacerle construir un monumento funerario particular en la basílica de San Pedro.

Pero después de todos aquellos honores, el duque Cosme de Médicis ordenó que los restos de Miguel Ángel fueran transportados a Florencia y que se les diese sepultura honorable en Santa Croce, iglesia en que el artista deseaba descansar, por estar allí las tumbas de sus mayores. A Lionardo, sobrino de Miguel Ángel, que realizó el traslado de las cenizas con el consentimiento del Papa, Su Excelencia donó todos los mármoles para el mausoleo, que fue proyectado por Giorgio Vasari y encargado a Battista Lorenzi, notable escultor, junto con la cabeza de Miguel Ángel. Y como han de ponerse tres estatuas, las de la Pintura, la Escultura y la Arquitectura, una de éstas fue encargada a dicho Battista, otra a Giovanni dell'Opera y la última a Valerio Cioli, escultores florentinos, los cuales siguen trabajando en esas obras que pronto estarán terminadas y se colocarán en su lugar. Recibidos los mármoles del duque, paga los gastos Lionardo Buonarroti, pero Su Excelencia, para no dejar de tributar todas las honras debidas a semejante hombre, hará colocar el monumento con su nombre y su busto en la catedral, donde están los nombres y las efigies de los demás florentinos excelentes ».





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