Autores: Étnia Rapa Nui
Fecha de creación: Entre el 400-1600 d.C.
Material: Piedra volcánica del lugar
Nombre oficial de las estatuas: Moái (Escultura en el lenguaje Rapa Nui)
Nombres Alternativos: Aringa Ora o Te Tupuna (En el lenguaje Rapa Nui significa Rostros vivos o Rostros vivientes de los antepasados)
Tipos de Moáis: Escoria Roja; Tuturi o Tukuturi (arrodillado); Ahu Vai Uri; Ko Te Riku; Ahu Tongariki; Paro; Rano Raraku (Terminal)
Producción aproximada de Moáis: 1000; 300 de ellos localizados en la cantera Rano Raraku a medio terminar (algunos de hasta 20 m. de longitud, con un peso estimado en 200 toneladas)
Herramientas empleadas en su talla: Utensilios afilados de basalto y obsidiana;
también troncos de madera (árboles) y cuerdas para transportarlos de pie
Descubrimiento: Domingo de Pascua (de ahí su nombre), el 5 de abril de 1722 por navegantes europeos capitaneados por el marino neerlandés Jakob Roggeveen
Nombre oficial: Isla de Pascua; también Rapa Nui, que significa Isla Grande
Nombre alternativo: Isla de San Carlos (en deshuso)
Localización: Parque Nacional Rapa Nui, Isla de Pascua, Valparaíso, Chile
Declarada Territorio Especial desde julio de 2007
La isla de Pascua sigue siendo a día de hoy uno de los lugares más recónditos y misteriosos de nuestro planeta. No obstante, gracias a arqueólogos locales como Sergio Rapu, poco a poco vamos descubriendo algunos de los enigmas que rodean a las gigantescas estatuas denominadas moáis que habitan en la isla, y que tanto han dado que hablar. Lo que sí ya sabemos con certeza es que hace relativamente poco tiempo se ha descubierto que algunas de estas esculturas monumentales se encontraban semi-enterradas, en algunos casos hasta ocho metros de profundidad bajo tierra, con la particularidad de poseer diversas inscripciones líticas, (llamadas comúnmente "petroglifos" -en el argot arqueológico-), que todavía están siendo descifradas. Si para los expertos en la materia era ya muy difícil vaticinar la fecha aproximada del origen de la civilización Rapa Nui que las creó, este último e importante descubrimiento hace todavía más difícil si cabe la aclaración de este gran hallazgo histórico tan interesante y lleno de misterio. Sin duda los moáis de la Isla de Pascua están considerados como uno de los monumentos más famosos y queridos en todo el mundo, siendo un auténtico reclamo turístico para miles de turistas que visitan la isla cada año.
arriba, mapa de la isla de Pascua con el gráfico de los numerosos moáis que se encuentran localizados en las inmediaciones de la costa por prácticamente todo el perímetro de la isla, en el Océano Pacífico; abajo, bandera representativa
La Easter Island (Isla de Pascua), también conocida como "el ombligo del mundo" (Te Pito te Henua), -dada su lejanía con otras regiones y su localización geográfica-, que tiene una superficie de 163,6 kilómetros cuadrados o 63,2 millas cuadradas, —muy similar a las dimensiones de la ciudad americana de Washington D.C.—, se encuentra en el Océano Pacífico Sur, a unos 3750 km. o 2330 millas al oeste de la costa de Chile. No obstante, la tierra más cercana a la Isla de Pascua se corresponde geográficamente con la Isla Ducie, perteneciente al territorio británico de las Islas Pitcarn, que se encuentran localizadas a unos 2.075 Km. hacia el oeste.
La isla se formó hace 0,7 millones de años gracias a sus tres volcanes principales, Terevaka (el punto más alto de la isla), Poike, (el volcán más antiguo), y el Rano Kau (el cráter volcánico más grande y la maravilla natural más asombrosa, imagen superior), respectivamente. Además, hay que destacar también al volcán Rano Raraku, ya que fue la cantera de donde salieron todos los moáis. Las rocas de la isla se componen principalmente de hawaiitas y basaltos, ambas ricas en fierro y con afinidades a las islas Galápago (Archipiélago de Colón). Asimismo, también abundan las rocas piroclásticas como la toba volcánica, de las cuales están hechos la mayor parte de los moáis. El material utilizado para confeccionar los característicos sombreros de color rojo denominados pukao, fue extraído del pequeño volcán Puna Pau, que significa manantial seco, por lo que previsiblemente este lugar tuvo que tener agua en la antigüedad. Éste, se encuentra localizado al suroeste de la Isla de Pascua, muy cerquita de Hanga Roa. Se trata de un tipo de piedra volcánica de color rojo (también llamada escoria roja), que se caracteriza por ser muy blanda y fácil de tallar con un alto contenido en hierro, que le da ese color rojizo tan peculiar.
Las dimensiones de los pukao variaban en función de la altura o del tipo de moái al que iría destinado. No obstante, la media es de 2 metros de diámetro y 2 metros de altura. Algunos de los pukao que todavía se encuentran en la cantera Panu Pau y que seguramente irían destinados a alguno de los moais que se encuentran semienterrados en Rano Raraku, miden hasta 3 metros de diámetro, con un peso estimado de 12 toneladas. La aparición de los pukao fue muy tardía, ya que se comenzaron a introducir entre los siglos XV y XVI, siendo destinados a los moais de mayor envergadura y máximo apogeo de la cultura Rapa Nui. Su construcción era muy similar al método utilizado para esculpir las gigantescas estatuas, ya que se tallaban en la cantera con los mismos utensilios afilados de basalto y obsidiana, y con la particularidad de que, al tener forma redonda, se trasladaban haciéndolos rodar hasta su destino final. El pukao se colocaba en la cabeza del moái, justo antes de ponerlo de pie sobre la plataforma. Existen unos 100 pukaos por los 1000 moais existentes aproximadamente que se encuentran repartidos al pie de la costa por prácticamente toda la geografía de la isla. Tal y cómo ya se ha sugerido, en los pukao se ha encontrado cierta similitud con los tocados o el pelo largo de los antiguos sacerdotes que habitaban el lugar (los antiguos jefes de cada tribu), quienes se lo enrrollaban en la cabeza como una especie de moño.
Las icónicas esculturas creadas por los indígenas de la civilización Rapa Nui talladas en roca volcánica que superan en algunos casos las 80 toneladas de peso, fueron repartidas al pie de la costa, por prácticamente todo el perímetro de la isla; cada Moái, que representa los ancestros (a una familia de la etnia Rapa Nui), se erigía de espaldas al océano pacífico, para que pudiese ser admirado por el pueblo, que se situaba justo a sus pies. El nombre de "moái" significa en el lenguaje Rapa Nui, "escultura".
arriba, el Ahu Tongariki con los 15 moáis, sin duda uno de los más famosos y representativos de la Isla de Pascua. El único moái con Pukao, esa especie de sombrero de color rojo, tiene una altura de nada menos que 14 metros. Para poder apreciar mejor las enormes dimensiones de los moáis que se encuentran en esta plataforma, es interesante caminar por detrás de la misma.
"Como sucedió con los demás ahus, en algún momento de la historia, los Rapa Nui derribaron los moáis de Tongariki. Pero además de esto, el terremoto de 9,5 puntos en la escala de Richter, que en 1960 asoló la costa chilena de Valdivia, provocó un gran tsunami en el Pacífico con olas que en la Isla de Pascua alcanzaron hasta los 11 metros de altura, olas que impactaron de lleno en este ahu y arrastraron a los moáis hasta 100 metros tierra adentro, dañándolos muchísimo". En un primer momento se pensó que los pobladores encontrados en la isla procedían de América del Sur, sin embargo, recientes pruebas de adn han demostrado que los pobladores de la isla eran polinesios.
Triángulo Polinesio. 1. Hawai; 2. Nueva Zelanda; 3. Isla de Pascua; 4. Samoa; 5. Tahití. Mil años antes que Colón, los polinesios conquistaron hacia el este las islas más grandes en un radio de dos millones de millas cuadradas, lo que se conoce como el triángulo polinesio; desde Samoa a Hawai y Nueva Zelanda, pasando por Tahití y finalmente llegando a Easter Island (la Isla de Pascua). Aprovechando las corrientes marinas, los navegantes polinesios llegaron a la Isla de Pascua en canoas en algún momento entre los años 400-800 d.C., por lo que resulta realmente sorprendente que la etnia Rapa Nui pudiese haber subsistido -más de mil años- en la isla hasta que llegaran los primeros navegantes europeos.
Tipos principales de Moáis: (nombre/zona/altura) A)Moái Escoria Roja (Tahai) 2,5 m. B)Moái Tuturi o Tukuturi -arrodillado- (Rano Raraku) 3,00 m. C)Moái Ahu Vai Uri (Tahai) 4 m. D)Moái Ko Te Riku (Tahai) 5,5 m. E)Moái Ahu Tongariki (Hotu Iti) 7 m. F)Moái Paro (Ahu Te Pito Kura) 9 m. G)Moái Rano Raraku -Terminal- (Rano Raraku) 10 m.
arriba, bellísima imagen de los numerosos Moáis que fueron abandonados al pie de la cantera por la imposibilidad de transportarlos debido a su gran tamaño. Algunos de ellos, debido a sus grandes dimensiones, ni siquiera pudieron ser colocados en pie.
Debido a las grandes dimensiones de los moáis, recientes estudios han demostrado que las gigantestas estatuas, —de entre 2,5 y 14 metros de altura y hasta 80 toneladas de peso—, podrían haber sido transportadas "de pie" desde la cantera Rano Raraku por varios grupos de trabajadores mediante fuertes cuerdas en algunos casos hasta 18 Km. de distancia hasta los Ahu, unas plataformas de piedra donde finalmente se emplazaban a los moáis. Es muy importante señalar que con la plataforma se ganaba altura, de forma que los moáis adquirían un mayor protagonismo, ya que podían destacar y ser mejor observados y admirados por el pueblo. Hasta el momento, dos eran las hipótesis que se barajaban en relación a cómo pudieron haber sido transportados los moáis desde la cantera Rano Raraku hasta llegar a su lugar de destino. La primera, de forma horizontal, (con la ayuda de troncos de madera), y la otra en vertical, (de pie), previsiblemente a día de hoy la teoría más probable.
arriba, interesantísimo experimento llevado a cabo en la isla de Hawai por National Geographic bajo la supervisión de los arquéologos Terry Hunt y Carl Lipo, en el que se demostró que los moáis pudieron "caminar" por la Isla de Pascua.
Los recientes estudios llevados a cabo en 2012 por los investigadores Terry Hunt y Carl Lipo, -con el apoyo incondicional de National Geographic-, para el que se creó la réplica de un moái de 3 metros de altura y 5 toneladas de peso mediante una impresora 3D específicamente destinado para este proyecto, se pudo demostrar que las gigantescas estatuas pudieron haber "caminado" literalmente por la isla con la ayuda de fuertes cuerdas y tres grupos de personas.
arriba, imagen del moái tuturi o tukuturi, también conocido como "moái arrodillado", (el único de la isla), —de 3 metros de altura—, con el famoso Ahu Tongariki, al fondo de la imagen
La base de los primeros moáis, los más pequeños —de entre 2,5 y 3 metros de altura—, los indígenas los tallaban de forma convexa. Sin embargo, recientes estudios (verificados por el prestigioso arqueólogo local Rapa Nui Sergio Rapu Haoa), afirman, que la base de los últimos moáis eran tallados de forma cóncava, de manera que los moáis pudieron caminar "con relativa facilidad" por la isla hasta los Ahu, las plataformas ceremoniales donde se enterraba a los ancestros, en algunos casos hasta 20 Km. de distancia desde el lugar de origen (la cantera). Es importante señalar que el centro de gravedad de los primeros moáis, -los más pequeños-, se situaba en la parte superior de las estatuas, más o menos a la altura del pecho, mientras que en el caso de los últimos moáis, (los terminales, los que se encuentran semi-enterrados en la ladera de la cantera del volcán Rano Raraku), el centro de gravedad baja.
arriba, ojo de moái encontrado en la Playa de Anakena, trozos de coral blanco para el globo ocular y piedra circular de roca volcánica en color rojo -similar a los Pukao (sombreros de los moáis)- para representar el iris y la pupila, Museo Isla de Pascua.
Otro de los hallazgos interesantes descubiertos en 1978 por el propio Sergio Rapu, es que después de encontrar 57 fragmentos de coral blanco, finalmente, uniendo cuatro de ellos, se demostró que coincidían y formaban parte del rostro de un moái que afortunadamente yacía boca arriba, y cuya cara había quedado protegida por la arena. Esto venía a corroborar el término conocido como "Aringa Ora" en la tradición oral del lenguaje Rapa Nui, que se podría traducir como "rostros vivos" o "rostros vivientes de los antepasados", los cuales daban vida propia a los moáis.
Después de realizar las excavaciones, sorprende enormemente, no sólo la enorme altura de los moáis, —en algunos casos enterrados hasta ocho metros de profundidad—, sino además, las diversas inscripciones líticas (Petroglifos) halladas prácticamente intactas por encontrarse bajo tierra. La erosión de la cabeza situada a la intemperie durante siglos, contrasta en gran medida con el material enterrado de color más claro.
12 fueron las tribus Rapa Nui que vivieron en la Isla de Pascua durante más de un milenio. Éstas, que delimitaron su propio terreno, tuvieron siempre su porción de mar. El ecosistema de la isla fue muy bueno al llegar, lleno de vegetación con numerosos árboles. Alrededor del año 1600 d.C se produjo una deforestación de la isla, los pobladores se quedaron sin recursos y se produjeron las primeras guerras entre las tribus, fundamentalmente por la ausencia de alimentos; durante estas guerras, algunos de los moáis fueron seriamente dañados.
Con el fin de terminar con años de lucha y lograr la paz en la isla, los Rapa Nui crearon el ritual del culto al hombre pájaro. Esta difícil prueba consistía en encontrar los nidos y recoger el primer huevo de la camada del ave manutara que habitaba en el islote Motu Nui, el más grande de los tres. Una vez al año, un representante de cada tribu, llamado comúnmente en el lenguaje Rapa Nui Hopo Manu, debía descender por los peligrosos acantilados de Orongo de nada menos que 324 metros de altura, —la misma que posee hoy la Torre Eiffel de París—, y nadar unos 2 Km. entre tiburones hasta el mismo para recogerlo.
Antes de participar en la ceremonia del Hombre-Pájaro, los Hopo Manu (Competidores) celebraban una comida ritual llamada "Umu Tahu" y pintaban sus cuerpos con "Kitea", pigmentos minerales de diferentes colores que extraían de los propios acantilados de la isla.
Cada competidor (Hopo Manu), debía volver nadando y subir el acantilado de Orongo hasta la cima con el huevo del ave manutara intacto atado a la frente. El primer Hopo Manu en entregarlo a su Arakiri (Rey), era convertido en Tangata manu (Hombre-Pájaro), el Jefe Religioso y Político de la isla durante un año. De esta forma, con un único líder, podía reinar por fin nuevamente la paz en la isla. El manutara, que era considerado un ave sagrado y sus huevos un símbolo de poder y fertilidad, fue una de las pocas especies de aves que siguió emigrando a Easter Island después de que desaparecieran los árboles.
arriba, símbolo del hombre pájaro. Ésta bellísima inscripción aparece representada no sólo en algunas rocas del acantilado de Orongo, así como en algunas piedras elipsoidales encontradas en la isla, sino además, en la propia espalda de numerosos moáis; abajo, tres Hopo Manu (competidores) nadando sobre poras o tablas de juncos simulando hoy en día la competición del hombre pájaro.
La isla fue descubierta por navegantes europeos holandeses capitaneados por el marino neerlandés Jakob Roggeveen un domingo de Pascua, concretamente el 5 de abril de 1722, de ahí su nombre. Alrededor de 4.000 Rapa Nui habrían vivido en la isla hasta la llegada de los primeros europeos en el siglo XVIII. Con la llegada de los colonizadores llegaron las armas de fuego, la esclavitud y las enfermedades como la viruela y la tuberculosis, de modo que a finales del siglo XIX ya sólo quedaban en la Isla de Pascua 111 Rapa Nui, de los cuales sólo 36 tuvieron descendencia.
Los últimos moáis, los más altos, aunque mucho más estilizados que las primeras creaciones, a mi juicio fueron abandonados a los pies de la cantera del Volcán Rano Raraku por la imposibilidad de transportarlos debido a su gran tamaño. La imagen superior demuestra que algunas esculturas se caían boca abajo al intentar llevárselas hacia el pueblo de cada tribu por los diferentes caminos que existían antiguamente.
Los moáis que yacen semi-enterrados poseen diversas inscripciones líticas que todavía están siendo descifradas. A éstas inscripciones se las conoce como Petroglifos. Según la RAE, la Real Academia Española de la lengua, un petroglifo es una "figura hecha por incisión en roca, especialmente la realizada por pueblos prehistóricos". Otra de las curiosidades interesantes que se pueden deducir es que los Rapa Nui fueron mejorando y perfeccionando los moáis consiguiendo cada vez mayor altura y mejores acabados mediante formas más estilizadas; no obstante, es importante señalar que las tribus también compitieron por construir el moái más alto. Tal y como ya se ha sugerido, el jefe religioso y político de cada tribu, (los sacerdotes), motivaban a su tribu para competir y construir los moáis cada vez más grandes y estilizados, pero también más bellos.
Las esculturas se remataban en la parte superior con un pukao, una especie de sombrero realizado en piedra volcánica de color rojo. Además, los ojos de las estatuas se decoraban con placas de coral blanco, lo que convertía las esculturas en rostros vivos, que se conocen como Aringa Ora o Koro. La isla también recibió el sobre-nombre de isla de San Carlos por el navegante español Felipe González Ahedo, que la denominó así en honor al rey Carlos III de España. Sin embargo, dicho nombre cayó rápidamente en desuso; abajo, imagen del Ahu Tongariki, el mayor de la isla y de toda la Polinesia en este género. Un triste terremoto y tsunami ocurrido en 1960 derribó los 15 moáis pertenecientes a esta majestuosa plataforma ceremonial de 220 metros de longitud total. Las gigantescas estatuas habían caído hacia el interior de la isla nada menos que 100 metros tierra adentro tras ser arrastradas por el mar. Años más tarde, a finales del siglo XX, concretamente en el año 1996, —y gracias a una grúa japonesa—, los 15 enormes moáis pudieron ser nuevamente colocados en pie.
Uno de los mejores ejemplos de Ahu (plataforma ceremonial) lo podemos encontrar en Hanga Nui, al sudeste de la isla, -muy cerquita de la cantera del volcán Rano Raraku-, donde se erigen espléndidos de espaldas al océano pacífico 15 Moáis Tongariki (imagen superior). Su longitud total, de 220 metros, lo convierten en la estructura más grande de esta naturaleza en toda la Polinesia. El pueblo de cada tribu, que se situaba justo a sus pies, contemplaba cada día la escena atónito con el mar de fondo.
En la actualidad, con una población de algo más de 5.000 habitantes que viven del turismo y la pesca, los Rapa Nui viven en Hanga Roa, el único núcleo de población de la isla; éste, que se sitúa en la zona sur-oeste, cuenta con su propio puerto, aeropuerto, numerosos hoteles y restaurantes. La realidad es que un gran barco lleno de turistas llega casi cada día a la Isla de Pascua. Los famosos moáis son el auténtico reclamo turístico de la isla, que hacen que aproximadamente unas 50.000 personas la visiten cada año. Como curiosidad, el primer vuelo a la isla de Pascua se produjo el 20 de Enero de 1951 con el avión llamado "Manutara", en honor al ave que habitaba el islote Motu Nui.
Después de esculpir gran parte del moái directamente sobre la roca mediante utensilios afilados de basalto y obsidiana, se extraía de la misma boca arriba; posteriormente, se hacía deslizar acostado por la ladera con la ayuda de unas cuerdas hasta desembarcar en un foso. Después de poner el moái en pie, se terminaba de esculpir la espalda, perfilándose también los brazos y demás acabados, incluyendo las distintas inscripciones. Una vez concluido el moái, se transportaba hasta su lugar de destino por medio de uno de los tres caminos principales que existían antiguamente. Este procedimiento demuestra que los Rapa Nui pasaron gran parte de su tiempo en la cantera esculpiendo numerosos moáis.
La Isla de Pascua forma, junto con la deshabitada Isla de Salas y Gómez, una de las ocho provincias de Valparaíso, Chile. Sin embargo, para proteger el gran hallazgo histórico de los Moáis, en Julio de 2007 la Isla de Pascua fue declarada Territorio Especial, de modo que su Gobierno y Administración son regidos actualmente por un Estatuto Especial. Para preservar los bellísimos restos arqueológicos de este mágico lugar, se creó el Parque Nacional Rapa Nui, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995. Además, el conjunto de las casi mil estatuas de moáis que se encuentran en la isla de Pascua, fueron finalistas en el concurso internacional muy importante celebrado en 2007, que consistía en elegir a las Nuevas 7 Maravillas del Mundo por votación popular.
arriba, preciosa imagen del famoso moái hundido. Este moái es falso, y fue creado en 1994 para una película de Hollywood que posteriormente tiraron al mar. A pesar de este hecho, las aguas cristalinas de la isla gozan de una increíble salud.
Al no poder llevarse los últimos Moáis después de deslizarlos por la ladera de la cantera, los Rapa Nui tallaron distintas inscripciones en ellos y luego los semi-enterraron; no hay que olvidar que los moáis representaban a una familia de la etnia Rapa Nui. Cuando una persona muere, normalmente se la entierra como a un difunto. El hecho de dejar la cara al descubierto era una forma de poder reconocerlos. Dada la lejanía de la Isla de Pascua con otras regiones, y con el fin de seguir preservando su ya debilitado ecosistema, —los moáis se están deteriorando cada vez más rápido—, se ha planteado por parte de las autoridades locales que sean los mismos turistas los que se lleven consigo la propia basura que estos generen.
Me gustaría destacar que los famosos moáis creados por la civilización Rapa Nui, —que aportan auténtica identidad propia a la isla—, junto con los últimos pobladores de la etnia que aún habitan en Hanga Roa, forman parte del vivo testimonio de una civilización admirable que vivió aislada del resto del mundo durante más de -mil años-, que supo salir adelante por sí misma mediante los recursos que obtuvieron de la propia isla y el mar, convirtiéndose en un grandísimo ejemplo de supervivencia, esfuerzo y superación.
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